Supe que quería ser podóloga porque desde pequeña me gustaba ayudar a los demás y que mejor forma que siendo sanitaria. Durante la carrera vi que la podología abarcaba más ámbitos de los que pensaba y ahí me di cuenta de que todo comienza por los pies.
La podología es una rama de la sanidad muy satisfactoria, ya que, desde mi punto de vista, se ven resultados a corto plazo y eso es gratificante para el paciente y sobre todo para mí como profesional.
Con el paso del tiempo vi que la podología deportiva es muy necesaria y muchos deportistas tienen fisioterapeuta, entrenador personal, etc, pero muy pocos tienen un podólogo que les ayude a mantener sus pies sanos o que le asesore sobre el tipo de zapatilla que deben usar o si necesitan o no una plantilla. Así que decidí especializarme en eso para poder dar más visibilidad a nuestra función en el ámbito deportivo, realizando estudios de la pisada completos para abarcar multitud de problemas.
Además, en la etapa infantil, es cuando considero que un buen trabajo de podología infantil, junto a unos buenos estudios de la pisada, en niños con problemas, es donde podemos ayudar mejor a las familias.